Autismo
1. Coeficiente intelectual generalmente
por debajo de lo normal.
2. Diagnóstico general antes de los tres
años.
3. Retraso en la aparición del lenguaje.
4. Gramática y vocabulario limitados.
5. Desinterés general en las relaciones
sociales.
6. Desarrollo físico normal.
7. Ningún interés obsesivo de alto
nivel.
8. Padres detectan problemas alrededor
de los 18 meses de edad.
9. El diagnóstico se hace a una edad
media de 5,5 años.
10. Las quejas de los padres son los
retardos del lenguaje.
Síndrome de Asperger
1. Coeficiente intelectual generalmente
por encima de lo normal.
2. Diagnóstico general después de los
tres años.
3. Aparición del lenguaje en tiempo
normal.
4. Gramática y vocabulario por encima
del promedio.
5. Interés general en las relaciones
sociales.
6. Torpeza general.
7. Intereses obsesivos de alto nivel.
8. Padres detectan problemas alrededor
de los 2,5 años de edad.
9. El diagnóstico se hace a una edad
media de 11,3 años.
10. Las quejas de los padres son
problemas de lenguaje o en socialización o conducta.
El síndrome de Asperger es un trastorno dentro del autismo y se ha diferenciado muy recientemente del autismo
típico. Todavía existe poca información sobre el pronóstico de
estos niños, a quienes se denomina "autistas de alto rendimiento".
El motivo es que se considera que, los aspergianos,
comparados con otras formas de autismo,
podrán con mayor probabilidad convertirse en adultos
independientes y llevar una vida absolutamente normal. Esto es
más frecuente cuando esos adultos tienen un trabajo o una profesión que está
relacionada con sus áreas de interés, pudiendo ser muy competentes.
El autismo no es lo mismo que el síndrome de Asperger. En el autismo,
todas las alteraciones son muy evidentes en los tres primeros años de vida,
mientras que en los aspergerianos no existe evidencia de retraso cognitivo y,
en su gran mayoría, tienen una capacidad intelectual por encima de lo normal.
En muchas ocasiones el diagnóstico se realiza en la adolescencia o más tarde,
aunque muchos padres empiezan a detectar que su hijo tiene síndrome
de Asperger cuando tiene entre dos y siete años. Las
principales características son un desarrollo social anormal (tienen muy pocos amigos o ninguno), un uso del lenguaje extraño (inventan palabras, repiten frases
o aprenden a leer por sí mismos) y la presencia de rutinas y rituales (comer siempre en un mismo plato
o interesarse por un tema de forma desorbitada).
1. Lenguaje. Los
autistas presentan retraso
en el lenguaje en
cambio los aspergianoshacen gala de un vocabulario sorprendente porque llega a ser incluso
pedante o demasiado culto, que se nota más cuando hablan de algún tema que está
muy relacionado con el tema por el que estén interesados.
2. Movimientos. La torpeza
de movimientos parece
ser más característica del síndrome
de Asperger, aunque no hay un consenso de los expertos sobre este rasgo y,
además, la variabilidad de las alteraciones entre los afectados en muy alta.
3. Memoria. Los
aspergerianos son muy capaces para el almacenamiento de muchos detalles, suelen
presentar una buena
memoria de
repetición, pero su principal problema es su falta de capacidad para integrar
toda esa información.
Causas
del autismo y del síndrome de Asperger
Los factores implicados en el autismo son similares en el
síndrome de Asperger y abarcan las alteraciones genéticas (es cuatro veces más
frecuente en el sexo masculino), los factores intrauterinos y los del parto como la anoxia (falta de oxígeno) que da lugar a un
desarrollo neurológico anormal. Las estructuras cerebrales dañadas son la
corteza, la amígdala y el hipocampo, que son áreas muy importantes para el aprendizaje y las emociones. Las infecciones durante el
embarazo podrían producir estos trastornos, pero no hay una sola causa, sino
muchas. Lo que sí está demostrado es que su origen no es sociológico y que la
causa puede ser de origen neurobiológico.
Incidencia
de estos trastornos
El número de afectados por autismo es de uno por cada 15.000 sujetos,
aunque cuando se habla de alteraciones menos graves, la frecuencia aumenta a uno
por cada 1.000 individuos y disminuye a uno de cada 100 cuando se habla de las formas leves de
autismo. En cuanto al síndrome
de Asperger, aunque hay menos investigaciones, parece que suele darse en 1
de cada 300 individuos y que es, por lo menos, entre dos y tres veces más común
que el autismo infantil.
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